Se utiliza sobre todo la raíz. Más raramente se emplea la planta entera. Es más activa si se emplea la raíz en estado fresco.
Composición química.
Los principios activos más importantes que se conocen de la Echinacea angustifolia son:
- Aceite esencial (1,5%) dentro del cual su principal componente es el humuleno.
- Un equinacósido es una molécula compuesta por glucosa, rhamnosa, ácido cafeico y brenzcatequinétilalcohol.
- Polisacáridos o heteroglicanos; se trata de moléculas de peso molecular de 45.000 (compuesto de arabinosa, xilosa y galactosa) y de 25.000 (compuesto de rhamnosa, arabinosa, xilosa y galactosa).
- Acidos orgánicos: derivados del ácido cichoreico, ácido cafeico, derivados del cafeoil-etílico, verbascósido, ácido clorogénico, ácido isoclorogénico.
- Resina (1,9%), compuesta por ácido oléico, linoléico, cerotínico y palmítico.
- Otros componentes: isobutilamida, bajo forma de ácidos grasos insaturados, poliacetileno, 8-pentadeceno-2-ona, 1,8 pentadecadieno, echinolona, cinarina, inulina, pentosano, azúcares reducidos.
Propiedades.
La Equinacea ha sido llamada con el subnombre de "antibiótico vegetal". La experiencia médica revela una clara actividad en las afecciones bacterianas y virales, sin embargo, el término antibiótico está mal empleado, ya que esta planta no mata directamente la bacteria como un antibiótico clásico. Su actividad se explica por una estimulación del sistema inmunitario.
Wagner en Munich, ha podido demostrar esta actividad sobre el sistema inmunitario, mediante test de laboratorio, identificando tambièn diversos constituyentes que provocan este efecto, además de la echinacina y los polisacáridos. Bauer estudió que los principios activos (isobutilamida, poliínos, echinacósido y los derivados del ácido cichoreico), contenidos en los extractos alcohólicos de la raíz de Equinacea, tenían una acción inmunoestimulante, aunque menos importante que la de los polisacáridos.
Los diferentes mecanismos que utilizan para aislar el foco de infecci├│n son:
- Inhibición de las enzimas hialuronidasas de las bacterias. Bonadeo (1971), y otros autores, han demostrado la relación entre el extracto de Equinácea y la hialuronidasa. Esta última, regulariza el grado de polimerización y viscosidad de los espacios extracelulares. Los inhibidores conocidos de la hialuronidasa, son los glucocorticoides, los estrógenos, la catequina, la hesperidina e incluso la rutina. La Equinácea impide la capacidad despolimerizante de la hialuronidasa, tanto a nivel de la cápsula del germen, como sobre los elementos intracelulares, es decir, tienen un efecto antinfeccioso indirecto. La actividad antihialuronidasa de 0,03 ml. de Equinácea, corresponden aproximadamente a 1 mg. de cortisona y según Koch, dosis siete veces superiores, inhiben la hialuronidasa al 100%.
- Estimula la actividad de los fagocitos séricos y tisulares. Meissner (1.980) demostró en el animal un aumento del número de leucocitos y una aceleración de la velocidad de circulación sanguínea. Chone (1.965) demostró una gran elevación de los granulocitos y de la fagocitosis histogénica y hematológica después de la inyección de la fracción polisacarídica de la Equinácea. Lohmann Matthes vió que la actividad de los polisacáridos de la Equinácea, inhibían la infección producida por Cándida Albicans, en animales de experimentación.
- Actúa también elevando el nivel de properdina (indicador no específico del poder de resistencia del organismo, interviene en la lisis bacteriana). Weiss y Pillemer observaron una acción bifásica de la Equinácea, primero se produce una caída en el momento de la inyección, para después aumentar progresivamente y durante largo tiempo. El mantenimiento de la tasa de properdina, está en relación directa con la liberación de polisacáridos, desde el momento que aparecen cambios del tejido intercelular.
- La acción antinfecciosa, está facilitada por una acción antinflamatoria que puede atribuirse a la echinacina o a sustancias lipófilas como los fitosteroles.
- Produce una elevación del nivel de interferón (Wacker). El interferón, es un producto celular natural que se forma en respuesta a virus u otros ácidos nucléicos extraños. Puede descubrirse incluso dos horas después de la infección. Es liberado por las células infectadas y estimula la producción de proteína inhibidora de la traducción (TIP) en otras células huéspedes. La TIP se fija a los ribosomas celulares y bloquea selectivamente la traducción de RNA viral, interrumpiendo la réplica del virus sin perturbar la traducción del RNA mensajero del huésped, y por lo tanto permitiendo una función celular normal en el huésped. El interferón no es específico de un virus, y puede ser activo contra varios; pero es específico de especie, y sólo puede utilizarse en aquella misma especie que inicialmente lo produjo.
- A nivel óseo, la Equinácea actúa acelerando y reforzando los fibroblastos y favoreciendo el tejido de sostén (Tunnerhof F.).
- A nivel del tejido epidérmico, estimula la transformación de fibroblastos en fibrocitos, lo que facilita la regeneración tisular, a la vez que también estimula la elevación de las células epidérmicas del estrato germinativo (favorece la cicatrización).
- En uso externo, establece una defensa local, para impedir la propagación de la infección mediante sus acciones: estimulante de los fagocitos, inhibidora de la hialuronidasa, aumentando la permeabilidad capilar y estimulando los fibroblastos. Así aunque no actúa directamente sobre los microbios, impide su difusión.
Aplicaciones terapéuticas.
Se ha empleado con éxito, como estimulante del sistema inmunitario, tanto en la prevención como en el tratamiento de infecciones respiratorias agudas o crónicas, gripes, catarros, infecciones gastrointestinales, otitis, alergias, inflamaciones articulares (artritis), infecciones bucales, infecciones renales, convalecencias, en alteraciones de la piel (dermatosis, eczemas secos y liquenificados, psoriasis, etc.), heridas, quemaduras, herpes labial, úlceras varicosas, vaginitis por Cándida Albicans, en tratamientos de irradiación, quimioterapia, etc.